Cuando se habla en términos de marketing, muchas veces se aplica la siguiente frase: “la razón guía, pero las emociones deciden.” En este sentido, el marketing y la música han venido a reforzar las sensaciones positivas que asociamos a una marca en particular. Basta con escuchar los innumerables jingles en redes sociales y comerciales televisivos donde al poco rato nos encontramos cantando estas pegajosas melodías.
Mucha de esta música utilizada en spots publicitarios, ha venido a formar parte de nuestra cultura popular. Mientras que, sin darnos cuenta, fortalecemos el uso de una marca mediante experiencias agradables de nuestra vida cotidiana (brand awareness).
La música es un elemento crucial dentro de una estrategia integral de marketing sensorial, donde es posible vender, si enamoramos a los sentidos de nuestros clientes.
Marketing y música, una estrategia sensorial.
El marketing sensorial, son todas aquellas estrategias que influyen sobre nuestro comportamiento emocional al momento de realizar una compra. En otras palabras, es cuando una empresa enfoca su estrategia de marketing en vender a nuestros cinco sentidos: vista, olfato, gusto, oído y tacto. Para de esta forma, influir en el proceso de toma de decisiones de nuestra buyer persona dentro de su customer journey.
La importancia de la música dentro del marketing, radica en establecer una conexión emocional que facilite la representación de una marca en la mente de una persona. Misma que permita que dicha marca active emociones positivas y experiencias inolvidables en su mente.
La reacción de nuestro cerebro con el marketing y la música.
De acuerdo con el investigador y musicólogo Barry Goldstein, dice que la música repercute nuestro cerebro en 4 puntos:
- Emociones.
- Memoria.
- Aprendizaje.
- Atención.
Estos cuatro elementos, dentro de una estrategia de marketing sensorial, nos ayudarán a tener una identidad sonora que despierte emociones, sea fácil de recordar, se asocie con experiencias positivas y capte toda nuestra atención. Factores clave para el éxito de una marca.
Por ejemplo, cuando tocamos un instrumento musical, o tomamos clases de piano en Guadalajara, nuestro cerebro trabaja activamente en las emociones, memoria, aprendizaje y atención. Estos elementos hacen que nuestra experiencia sonora sea cada vez más auténtica, respondiendo a los estímulos positivos de nuestro entorno.
¿Cómo quitarme esta música de la cabeza?
Seguramente has tenido una melodía que se ha pegado en tu cabeza y no sabes cómo desprenderte de ella.
Esto sucede dentro de nuestra corteza auditiva del cerebro, la cual trata de ordenar la información recibida. De acuerdo a su funcionamiento, este interpreta que faltan fragmentos de melodías incompletas, y mediante la repetición constante satisface esa necesidad. Esto sucede a menudo con melodías sencillas y pegajosas, como las de los jingles en comerciales e infomerciales.
Desde la perspectiva del marketing, esta es una herramienta invaluable, porque estás generando un vínculo mediante la repetición continua de dicha melodía con tu marca. Por ejemplo, cuando estás cantando, o tomas clases de canto en Guadalajara, estás reforzando una melodía asociando a tu cerebro, ya sea una marca o bien, tu canción favorita.
Los objetivos del marketing sensorial.
- Atraer y fidelizar.
- Crear una identidad de marca.
- Humanizar y generar empatía con los consumidores.
- Generar valor en tus productos o servicios.
- Ofrecer una gran experiencia.
Conclusión.
Todos nos comunicamos por medio de distintos niveles de percepción. Recuerda que lo importante al momento de utilizar la música y el marketing, es generar una experiencia única, y vender dicha emoción al consumidor.
La música puede ser nuestro mejor aliado para penetrar en el centro emocional de las personas y crear una identidad de marca.
Por Ernesto Tonatiuh
Director en la Academia de Formación Artística Música Proyecta.